Este fin de semana hemos estado de celebración y Hollywood ha sido testigo de una de las fiestas de cumpleaños más locas de su historia. Y es que hoy domingo, Katy Perry cumple 25 añitos y ha querido liarla muy gorda. Di que sí, que el cuarto de siglo tiene su aquél y tiene que ser recordado por todo lo alto.
El caso es que lo que pretendía ser una de esas fiestas blancas al estilo Puff Diddy en la que todos los famosos acuden vestido de blanco impoluto a la par que nuclear, se acabó convirtiendo en toda una explosión de color y creatividad. Sí, de blanco iban llegando los invitados, muy monos ellos, eso sí, cómo salieron, eso ya es otro cantar.
Entre los que acudieron al fiestón podemos hablar de Taylor Swift que no dudó ni por un momento en unirse a la bacanal de color y despiporre. Pero también pudimos ver a otras como Jojo a la que parece que no le hizo tanta gracia el tema de la pintura, su cara al salir del local lo dice todo, con lo alegre que entraba, pobre álma de cántaro… Otro que no se quiso perder el evento fue Perez Hilton que iba disfrazado de Madre Teresa de Calcuta… en fin, sin comentarios, será que como se acerca Halloween hay que empezar a calentar motores.
El evento se celebraba un local de en Los Angeles donde los amigos de Katy Perry y su novio Russell Brand acudían a cenar, con la única condición que os comento, ir de blanco, nadie sbía porqué si realmente era una fiesta temática de Charlie y la Fábrica de Chocolate, con su Willy Wonka (no, no estuvo Johnny Depp), sus dulces y Oompa Loompas… Claro lo que los invitados no sabían era que en un momento determinado iban a sacar pintura y que la locura de pintarse los unos a los otros se apoderaría de ellos. Parece que no les importó arruinar sus modelitos por un momento de diversión.
